Lisa Tuttle

La libreta había sido un regalo de Damon. «Para tu siguiente novela», había dicho cuando se la dio, deslumbrándola con su famosa sonrisa. Y ella la había aceptado, incapaz de decirle que no habría una siguiente novela.

A mediados de la década, Clive Barker estallaba como un obús en medio del campo de batalla, ensangrentándolo con un grafismo físico que no perdía, sin embargo, sus resonancias clásicas.

Como ya se apuntó más arriba, Lisa Tuttle lleva a cabo una perfecta fusión de «horror cósmico» y «horror mórbido», que reúne lo mejor y más escalofriante de ambas escuelas