de la granja.
Alzó la vista hacia las ramas deshojadas del fresno, volátiles y en cierto modo mastodónticas, elevándose a través de la luz de los reflectores, colocados a baja altura. Apenas se movían, por lo que el sonido parecía muy lejano. Un ruido blanco remoto. Un ruido portador de un murmullo primitivo y silente que evocaba la permanencia de la vastedad.
Ese sonido parecía tangible en el aire, y en su presencia todo lo demás se percibía como silencio