Alma ha heredado el caracter de su tía Sandra, y es por ello que está decidida a visitar su herencia en Kansas. Sus padres han sido siempre unos derrochones, por el contrario sus tíos la han protegido comprando lo que sus padres vendían y poniendolo a su nombre. En esta última herencia, su padre intenta disuadirla y el abogado que la gestiona también. Ella decide sorprender a todos visitando el rancho heredado y usar los contactos de su tío, Gobernador de Kansas, para obtener lo que es suyo.