Ella tenía ganas de hablar. Se le hacía dura la idea de volver a casa y encontrarse con el silencio de las paredes y los recuerdos.
Ricardo Moraciteerde uit5 jaar geleden
—Eso es lo que decimos en mi país. Entre lo que sale por la boca y lo que entra por el oído sólo hay cuatro dedos, pero a veces esa distancia parece más grande que el desierto del Sáhara.