Llévame a cualquier lugar

Una parte de mí quería alejarse de todo aquello que tan bien conocía, como si, de ese modo, pudiese probarme a mí misma, descubrir si era capaz de valerme sola… frente al resto del mundo; era como una especie de reto personal.

«Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible», Mahatma Gandhi.

El problema era que demasiado nunca parecía suficiente.

No sé cuánto tiempo estuve corriendo, pero, cuando advertí que no podría huir de los problemas, frené en seco. No podía librarme. Era imposible. Principalmente, porque acababa de descubrir que yo era el problema que estaba intentando dejar atrás. Y da igual lo rápido que seas, es jodidamente difícil escapar de uno mismo.

tenía la sensación de que los relojes del mundo se habían congelado y que solo existíamos nosotros. Y me gustó ese pensamiento, esa soledad compartida.

Todos nos sentimos incompletos de algún modo.