Otra herramienta muy poderosa en este sentido es la experiencia de compra. Hoy en día ya no vendemos productos ni servicios; ahora es indispensable “emocionar” a tus clientes y venderles “algo más”, no solo un producto o un servicio, sino “toda una experiencia”. Si no llegas a las emociones, estás fuera de la jugada. En la actualidad se ha vuelto primordial vender sin vender, es decir, hacerlo sin mencionar la frase: “Te vendo”. Solo se trata de resaltar beneficios. ¿