Lo importante siempre es el viaje y no el destino.
“Viajeros” es pues, un rompecabezas y un fresco, crónica y homenaje, tratado y guía última para valientes y descarriados que podrán perderse sin miedo entre sus letras, sabedores como algún poeta griego y ciego, que lo importante siempre es el viaje y no el destino.
Estamos ante una gran alegoría sobre el viaje y los viajeros, sobre el transporte público y las pasiones privadas que de vez en cuando confluyen y estallan en una erupción incontenible que muestra y desnuda nuestras más íntimas carencias o nuestras mayores virtudes
Tiene “Viajeros” una enorme pertinencia en un mundo donde la sorpresa y el asombro se diluyen ante la enormidad de las catástrofes. Siempre he creído que las grandes historias deben ser acerca de pequeños personajes. Miguel Ángel Ortega Mejía lo sabe también, y se nota como disfruta creando a cada uno, dotándolo de voz y de palabras propias, haciéndolo cercano.
Los dioses, tejen desdichas para que las futuras generaciones tengan algo que contar; “Viajeros” es una prueba fehaciente de ello.