Anatomía sensible

Las modas en este aspecto pueden irritarnos tanto como las depilaciones.

Periferia con centro en ella misma, su diseño se asemeja a una diana: la emoción se hace dardo.

Se han registrado perforaciones en las maniobras de humillación continuada.

Una envidia inconfesa termina en intoxicación.

ualquier alma se arriesga a un esguince al decir que sí queriendo decir no

Del pentagrama de la frente cuelga una clave de sol. Por forma y contenido, la oreja pide música

Su refinada incrustación entre boca y ojos sintetiza la complejidad de su tarea. Ser elocuente sin hablar. Situar sin ver

Toda la dentadura inicia entonces una lenta partida de ajedrez, que concluirá invariablemente con la derrota de las piezas blancas.

Con el masticar de los años, los dientes van poblándose de ingenierías. Sus accidentes geográficos son azotados por minúsculas inclemencias

Su ansiedad se origina en sus labores en el fondo incompatibles: expresar e ingerir, proferir y tragar