Claudia Casanova

  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Esta mañana han encontrado una chica en el jardín del Gobernador —dijo, por fin.
    Al pensar que mi silencio se debía a que no lo entendía, Masha tomó mis manos entre las suyas y dijo, suavemente:
    —Quiere decir que han encontrado el cuerpo de una chica. Muerta. Asesinada.
    Me obligué a preguntarlo, al cabo de unos segundos.
    —¿Quién era?
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Se trataba del mapa de Joya de mi madre. Era de antes de la Prohibición, antes de la llegada del Gobernador, incluso antes de que la familia de papá se instalara allí, procedente de Afrik. Lo dibujaron cuando la isla todavía flotaba y papá decía que si Arinta era real —y, por supuesto, yo sabía que lo era— habría vivido en una Joya muy similar a la que estaba delineada en ese mapa
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    mapa era muy básico y se centraba en detalles muy peculiares. Gromera aparecía como la pequeña colonia que debió de ser alguna vez. La Marisma, la zona de los pantanos, estaba punteada con hilo azul, rodeada por los bosques. Una estrella también azul marcaba Arintan, la cascada por donde se decía que Arinta descendió en busca del demonio de fuego Yote
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    —¡Cata está muerta! —grité, y los cuervos echaron a volar en una espiral negra—. ¡Está muerta porque le pediste que fuera al jardín a buscar fruta para ti, y alguien la mató
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Mi mamá se murió porque tu padre vino a Joya, y mi hermano, también. Tu papá prohibió a todo el mundo que fuera a los bosques, y allí están las plantas medicinales que los hubieran curado. Y ahora Cata también está muerta y tú y los tuyos vais a huir como conejos. Volveréis a Afrik y dejaréis que nos apañemos como podamos. Pues, bien, ¡estupendo! No hay problema.
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Deberían haber dejado que el Gobernador se fuera —dijo Masha, con expresión aturdida—. ¿Por qué siempre prevalece la venganza por encima del sentido común?
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    La gente se arremolinaba en la orilla, y el mismo olor acre de madera quemada que había sentido antes llenaba el aire, mezclándose con el humo y agarrándose a mi garganta
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Las palabras de Pablo acudieron a mi memoria, flotando en el humo acre. El Gobernador. Se va a ir en su barco y nos dejará solos con el asesino suelto. Tenemos que darle una lección
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Una marea de animales muertos se extendía frente a mí, llenándolo todo: ovejas, vacas, caballos, gallinas, cabras… Todos llevaban la marca del Gobernador. Eran sus animales, sus rebaños, y se habían ahogado. Los cuervos ya estaban dándose un festín.
    ¿Aquello era obra de Pablo y de sus cómplices? No podía creerlo. Mis rodillas cedieron, y dos fuertes y rudas manos me agarraron por los hombros y me arrastraron de vuelta a través de la muchedumbre.
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Isa:
    Espero que leas esto. Te demostraré que no todos los Adori somos cobardes. Te demostraré que no tengo el alma podrida. Voy a ir a los bosques para encontrar al culpable de la muerte de Cata. Quizá cuando vuelva podamos ser amigas de nuevo.
    Te quiere,
    Lupe.

    P. D.: Mira bajo la maceta. Es para que lo guardes hasta que vuelva.
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