Cristina Sánchez-Andrade

  • ILuciteerde uit10 maanden geleden
    Ahora..., yo ahora entiendo a mi madre después de todo lo que pasé yo. Pero yo no entendía. Me duele, ¿eh?, me duele y me da pena. Pero mi madre tampoco era una mujer de abrazarte, de darte besos.
  • ILuciteerde uit10 maanden geleden
    cuando uno tiene persona en casa, ¿sabe qué es lo más feo aquí cuando es empleada?, pues que la señora de la casa deja sus bragas tiradas, las deja con el periodo, con los protectores, lo dejan tirado como que uno no vale nada, pues.
  • ILuciteerde uit10 maanden geleden
    Allá se puede sobrevivir pero no construir. Allá se trabaja para vivir y la comida nada más.
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    Entonces toma la pluma, la tinta y una tabla y recuerda que te dispones a servir a Dios en el júbilo de tu corazón. Ahora, empieza a combinar unas cuantas o muchas letras, para variarlas y mezclarlas hasta que tu corazón entre en calor. Pon atención a sus movimientos y a lo que puedes lograr al moverlas. Y, cuando sientas que tu corazón ya ha entrado en calor y cuando veas que por la combinación de las letras no puedes aprehender cosas nuevas que, por la tradición humana o por ti mismo, no serías capaz de conocer, y cuando estés así preparado para recibir el influjo del poder divino que te inunda, entonces concéntrate con la mayor fuerza en imaginar el Nombre y sus ángeles exaltados dentro de tu corazón, como si fueran seres humanos sentados o parados a tu alrededor».
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    El problema consiste en intentar sentir algo que no haya sido explicado por un guía»
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    Clarice Lispector podía resultar parlanchina y extrovertida con la misma frecuencia con que resultaba silenciosa e incomprensible.
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    «Junto con el deseo de defender mi privacidad, tengo el intenso deseo de confesar en público y no a un cura»
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    Sin embargo, el apego hacia el país que había salvado a su familia, donde pasó la vida y cuyo idioma era el medio para expresar su arte, era natural y genuino.
  • Karelle Buendia Longoriaciteerde uit2 jaar geleden
    «Estoy convencida de que en la cuna, mi primer deseo fue el de pertenecer», escribió. «Por razones que aquí no importan, debí de sentir por algún motivo que no pertenecía a nada ni nadie»
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