Sarah Skov

—Conozco un par de mujeres con las que te podrías qu

Sí, tal vez —digo aunque no tengo intenciones de hacerl

Ni bien termino de llegar al trabajo, una pila de papeles aterriza sobre mi escritorio. Escucho el golpe seco antes de ver la pila. Me estiro y encuentro la sonrisa del hombre que la acaba de dejar allí.

—Perdón, preciosa —dice y se encoge de hombros.

Sonríe nuevamente con la boca cerrada. Aunque, dos pequeños hoyuelos aparecen sobre sus mejillas esta vez. Una barba incipiente oscura cubre su piel y me pregunto si es el tipo de hombre que siempre tiene barba, incluso e

—Perdón, preciosa —dice y se encoge de hombros

Coloco la mano sobre la cadera

Abro un poco las piernas,

cubre un pecho. Puedo ver el bulto creciendo en su pantalón de traje

saca su pene y me observa mientras se masturba.

Llevó el dedo mojado hacia mi entrepierna.