Carmen Torres

  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    —Algunas cosas existen en nuestras vidas sólo durante un breve momento y debemos dejarlas ir para que iluminen otro cielo.
  • Loreciteerde uiteergisteren
    Pues la maravilla del primer amor nunca puede igualarse.
  • Loreciteerde uit5 uur geleden
    —¿Qué me estás haciendo, pequeña calamidad? —susurró él.

    —Si soy una calamidad, deberías guardar las distancias, a menos que quieras que te destruya. —Sin soltar el arma, le dio un empujón en el pecho.

    —No. —Las manos de él bajaron a su cintura—. Destrúyeme.
  • cristel2089citeerde uitvorig jaar
    Debe decirse. Estas verdades, por muy duras que sean, deben decirse
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    Dame una oportunidad para resarcirme —insistió Rahim.

    —¿Cuánto tiempo vamos a seguir con estos juegos?

    —Hasta que te gane. En todos y cada uno de ellos.

    —Entonces, jugaremos hasta el infinito —bromeó Tariq.
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    Tariq escrutó al consejero, asimilando las profundas arrugas que le surcaban la frente y lo fuerte que tenía entrelazados los dedos.
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    La letra familiar de Sherezade llenaba la página, tan imperiosa y tosca como siempre. Tariq dejó de leer cuando empezó a dirigirse a él. La disculpa.

    Las palabras de arrepentimiento por su traición. La gratitud por su comprensión.

    No más. No podía soportarlo. No de ella.

    El borde del pergamino se arrugó en su puño.
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    Se llevó las manos a las sienes y obligó al terror a retroceder…

    A encerrarse en su corazón revestido de acero.
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    A la suave luz de las velas, sus ojos de tigre parecían todavía más calculadores y distantes. Las líneas de su rostro se ensombrecieron cuando se apartó de la luz, acentuando las angulosas hendiduras de sus rasgos.

    Un semblante inamovible. Frío y amenazante.
  • Mariana Castellanosciteerde uit2 jaar geleden
    —Me han dicho que vuestro padre sirvió al mío como visir. —Su voz era grave y modesta. Casi… amable.
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