Eulalia Pérez Sedeño

  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    Gran parte de la historia de la ciencia se ha construido con imágenes de mentes masculinas que conocen “naturalezas” femeninas o “lo humano” construido a partir de lo masculino. Se podría añadir, de forma paralela, de mentes blancas que conocen “naturalezas” negras o lo “humano” a partir de lo blanco. La consecuencia es que apenas tenemos un imaginario que represente a mujeres blancas o negras como sujetos de conocimiento que investigan a hombres blancos (negros o de otra raza
  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    a pregunta es si el “sexo” o la “raza” del sujeto de investigación son epistemológicamente relevantes o, dicho de otro modo, si la diversidad y la democracia en una comunidad científica influyen en mejores formas de hacer ciencia, más objetivas y más justas socialmente. Sabemos que la presencia de mujeres en la ciencia (al igual que otros colectivos) no es condición suficiente para una mejor ciencia, pero sí necesaria. Porque lo que sí tenemos claro —y pretendemos ejemplificar con este libro— es que cuando la ciencia se hace desde el punto de vista de grupos tradicionalmente excluidos de la comunidad científica, se identifican muchos campos de ignorancia, se desvelan secretos, se visibilizan otras prioridades, se formulan nuevas preguntas y se critican los valores hegemónicos (a veces, incluso, se provocan auténticos cambios de paradigma).

    Sirve para justificar el porqué de un estudio sobre las actividades de las mujeres

  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    orancia y los sesgos que se producen, con el objeto de hacer una ciencia mejor y más responsable.
  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    ctivamente, la teoría del instinto que Charles Darwin presentaba en The Descent of Man apoyaba la diferencia intelectual entre hombres y mujeres y justificaba su confinamiento en la esfera privada: el instinto maternal hace que las mujeres sean más tiernas y cariñosas y menos egoístas; por ese motivo, quienes se oponían al movimiento en favor de los derechos de las mujeres decían que ese instinto maternal era estupendo para la esfera privada, pero no así para la pública, pues iría en contra del desarrollo evolutivo de la sociedad. El instinto maternal haría que se fuera indulgente con quienes, según la teoría de la evolución social, debían desaparecer, ya que solo sobreviven los más adecuados11. Una vez más, afirmaciones dudosas y no sustentadas empíricamente.
  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    El mismo Freud dijo: “La biología es el de
  • Rocio Berenice Jiménez Gonzálezciteerde uit7 maanden geleden
    a partir de asimetrías aparentemente inocentes entre los huevos y el esperma fluyen consecuencias sociales importantes tales como la fidelidad, la promiscuidad masculina, la desproporcional contribución de las mujeres al cuidado de los hijos y la desigual distribución del trabajo según el sexo” (Hubbard, 1990: 110
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