Un relato corto y tenebroso.
Estaba en una especie de bloqueo lector y fue una lectura liviana que me ayudó a retomar mi ritmo de siempre.
La maldad se personifica frente a un niño que sólo va a pescar, ¿es real lo que sus ojos ven o sólo es producto de un mal sueño?
No quería que se acabara, y todavía no me desengancho de él. Es un libro ligero de leer, pero sus personajes están muy bien desarrollados, te encariñas y caminas al lado de ellos. Bien narrado, con la tensión perfecta, y la dosis exacta de oscuridad ❤️