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Shirley Jackson

  • Tamara Mapleciteerde uit7 maanden geleden
    Ningún organismo vivo puede mantenerse cuerdo durante mucho tiempo en unas condiciones de realidad absoluta; incluso las alondras y las chicharras, suponen algunos, sueñan. Hill House, nada cuerda, se alzaba en soledad frente a las colinas, acumulando oscuridad en su interior; llevaba así ochenta años y así podría haber seguido otros ochenta años más. En su interior, las paredes mantenían su verticalidad, los ladrillos se entrelazaban limpiamente, los suelos aguantaban firmes y las puertas permanecían cuidadosamente cerradas; el silencio empujaba incansable contra la madera y la piedra de Hill House, y lo que fuera que caminase allí dentro, caminaba solo.
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    no sería por tanto demasiado fantasioso afirmar que algunas casas son malas de nacimiento.
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    De qué otro modo podría llamar a Hill House? —arguyó Luke.

    —Bueno… perturbada, quizá. Leprosa. Enferma. Cualquiera de los eufemismos populares para la locura; una casa trastornada es una bonita alusión.
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Te observa —añadió súbitamente—. La casa. Observa todos tus pasos
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Eleanor pensó con cansancio que bien podía ser la oscuridad y la opresión de Hill House lo que la hubiera agotado de tal manera
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Alrededor de todos ellos, la casa meditaba maliciosamente, acomodándose y agitándose con un movimiento que casi parecía un estremecimiento.
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Aquí es donde venían a divertirse —dijo Theodora, y su voz rebotó trémulamente en el alto techo—. Venían aquí —explicó— para relajarse de la atmósfera opresiva del resto de la casa
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Una casa ordinaria no nos habría tenido a los cuatro durante tanto tiempo en semejante estado de confusión, y sin embargo una y otra vez elegimos las puertas equivocadas, mientras que la habitación que buscamos nos elude
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    pequeños ruidos pegajosos siguieron recorriendo todo el marco de la puerta, y luego, como si lo que fuera que estuviera al otro lado hubiera tenido un ataque de furia, recomenzaron los golpes, y Eleanor y Theodora vieron la madera de la puerta temblar y estremecerse, y la puerta combarse contra los goznes
  • Laura Segoviaciteerde uit2 jaar geleden
    Los pequeños ruidos pegajosos siguieron recorriendo todo el marco de la puerta, y luego, como si lo que fuera que estuviera al otro lado hubiera tenido un ataque de furia, recomenzaron los golpes, y Eleanor y Theodora vieron la madera de la puerta temblar y estremecerse, y la puerta combarse contra los goznes
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