Era un hombre sincero, y, a pesar de sus gracias y aires superficiales, en el fondo era muy humilde. Y ya se sabe: los humildes siempre hablan mucho; los orgullosos se vigilan siempre de muy cerca.
Nikolai C.citeerde uitvorig jaar
Procedía de una familia de extravagantes, cuyos más antiguos miembros habían participado siempre de las opiniones más nuevas. Uno de sus tíos acostumbraba a salir a la calle sin sombrero, y el otro había fracasado en el intento de no llevar más que un sombrero por único vestido
Iván Faríasciteerde uitvorig jaar
«No se extrañen nuestros lectores al vernos buscar semejantes anécdotas –advierte–: cuando se escribe la biografía de un Julio César, de un Carlomagno o de un Napoleón, la linterna de Diógenes no sirve ya para buscar al hombre; éste lo encuentra la posteridad, y aparece a los ojos del mundo radiante y sublime».
Iván Faríasciteerde uitvorig jaar
nuevo escolar no hablaba más que el idioma materno de su isla; tenía el color moreno propio del hombre meridional, los ojos sombríos, de mirada penetrante; y esto era más que suficiente para excitar la curiosidad de sus compañeros, agravando la rudeza natural del niño, pues la curiosidad infantil es burlona y sin piedad.
Iván Faríasciteerde uitvorig jaar
nuevo escolar no hablaba más que el idioma materno de su isla; tenía el color moreno propio del hombre meridional, los ojos sombríos, de mirada penetrante; y esto era más que suficiente para excitar la curiosidad de sus compañeros, agravando la rudeza natural del niño, pues la curiosidad infantil es burlona y sin piedad.
b3549394403citeerde uit2 maanden geleden
Ruskin visitaba solemnemente a sus solemnes tías de las afueras; Dickens se atareaba en una fábrica de betún; Carlyle, una pizca más viejo, se rezagaba aún en una pobre granja de Dumfriesshire; Keats no hacía mucho que se había convertido en el ayudante de un médico rural cuando Browning era un muchacho en Camberwell.
b3549394403citeerde uit2 maanden geleden
Fue la época de los oficinistas inspirados.
b3549394403citeerde uit2 maanden geleden
el hecho de que Browning, entre todos, haya señalado su entrada en el mundo de las letras con un poema que puede calificarse justamente como morboso
Ivana Melgozaciteerde uit9 maanden geleden
Alfonso Reyes, uno de sus primeros valedores y traductores al español, nos aclaraba: «En apariencia, Chesterton es un paradojista. Pero, a poco de leerlo, descubrimos que disimula, bajo el brillo de la paradoja, toda una filosofía sistemática.
Ivana Melgozaciteerde uit9 maanden geleden
Y si la vida tiene límites, ¿por qué no va a tenerlos el arte? El arte, pues, es limitación: no consiste en dilatar las cosas sino en recortarlas. Y del arte a la geografía política: «las fronteras son las más bellas cosas del mundo. Amar una cosa es amar sus límites».
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