Alejandra Maldonado

Y es que ese Twin Peaks de quinta también a mí me transformó. Desde que llegamos a ese pueblo comencé a mutar en una chica conservadora, de mente cerrada y criterio diminuto.

Cuando una niña no es lo que su madre quiere, la apreciación de sí misma suele ser funesta. Al principio la madre la daña, pero luego la niña misma hace suyo ese desprecio y se autoinflige daño, físico y emocional, consciente e inconscientemente: ahí tie

detrás, para seguir ofertando tu virginidad a un buen matrimonio. Era conocido que las chicas egresadas del Lesbionnac que estaban por graduar

al escritor Guillermo Fandelli, al que pronto comenzaría a llamar con cariño, Will. Lo leía cada sábado cuando aparecían sus publicaciones en el suplemento cultural del diario Uno Más Uno, en esos textos veía una forma

le gustaba, tenía que ser algo genial porque desde entonces para mí ella es la persona que mejor sabe de qué va la vida. Cuando la conocí enseguida quis

tiempo es cruel con las mujeres, no lo desaproveches”.

La primera media hora no vi

le fui infiel varias veces a pesar de que él tenía un físico de modelo. Sospecho que fue precisamente por eso. Lo hice porque no me creía suficiente. Comenzamos muy jóvenes, él era además cuatro años menor que yo. Vivía insegura. Tener aventuras a es

Yo pasaba por mi época de mayor consumo de sustancias durante noches interminables, por lo que Damián pudo tener el pretexto perfecto para regañarme después, pero primero me invitó a salir. No había pasado ni un año desde la partida de S. y yo me sentía más perdida que nunca

de coca y eso fue algo que no pudo aguantar porque estaba exhibiendo su fracaso como padre

en la tormenta eléctrica. ¿Pero cómo? Esta vez no había ya nada para guarecerse, éramos prácticamente