Elsa Gómez Belastegui

Cuando alguien realiza cualquier acto con toda el alma, ese acto se convierte en su sendero.

Largas horas de meditación hecha con desgana no te llevarán a ninguna parte, mientras que cantar una canción con todo tu ser o danzar con esa misma absorción total te llevarán a Dios.

Dios. La cuestión no es lo que haces, sino cuánto de ti pones en ello.