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Stephanie Garber

La balada de nunca jamás

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  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    —Oh… —Jacks se rio, una carcajada tan dura y desagradable como su sonrisa—. El arquero mató al zorro, sin duda
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    —No te preocupes, no le diré a tu marido que estás obsesionada conmigo. —Jacks lanzó su manzana blanca y atrapó la fruta con la punta de su daga, una que Evangeline reconoció con otra oleada de mortificación. Era el cuchillo con la empuñadura de joyas azules y púrpuras, el que ella le robó y después perdió.

    —Espero que no te importe que lo haya recuperado. —Jacks giró la daga hasta que las piedras preciosas atraparon la luz de las velas—. Y no te preocupes, tampoco le diré a Apollo que te he descubierto con mi cuchillo. Es mi amigo, después de todo, y no me gustaría que se pusiera celoso
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    —A mí no me lo pareció, Pequeño Zorrillo, y llevo aquí toda la noche
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    El oleaje del océano parecía silencioso en contraste con los latidos de su corazón. O quizá fuera el corazón de Jacks
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    —¡Salta! —gritó Jacks. Salió de la nada y de repente estaba a su lado.

    —No sé nadar —gimió.

    —Entonces agárrate.

    Le rodeó la cintura con un fuerte brazo y cayeron juntos.
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    . Evangeline sentía los latidos acelerados de su corazón
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    ¿Ya no te interesa morderme?, se burló Jacks en su cabeza.

    FUEGO UTERINO

  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    Sus ojos colisionaron desde extremos opuestos de la habitación. La mirada de Jacks bajó lentamente hasta las sábanas que Evangeline sostenía sobre su casi inexistente combinación. Pero después, antes siquiera de que le diera tiempo a sonrojarse, él apartó la mirada.

    Evangeline sintió una extraña punzada de decepción mientras Jacks comenzaba a lanzar al aire la brillante manzana negra que tenía en la mano.
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    Su captor la sujetó con fuerza, presionándola contra un pecho envuelto en cuero que olía a metal y a humo. Sin duda no era Jacks.

    Se sintió alarmada de repente.

    —Suélta… me
  • Ximenaciteerde uit2 maanden geleden
    La cicatriz del corazón roto en su muñeca empezó a arderle. A veces era capaz de ignorar la sensación, pero en ese momento era más fuerte de lo habitual, como si Jacks quisiera que supiera que le sería imposible escapar de él.
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