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Boeken
Vladimir Vertlib

La particular memoria de Rosa Masur

  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    ¡Mi marido se encuentra mal! Creo que le está dando un infarto
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    que quiero decir es sencillo. Cuantos más argumentos ponga usted en juego, más tiende a cero coma cinco la probabilidad de poder decantarse por una de las dos soluciones. Es el clásico empate.
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Las preguntas cruciales de nuestra vida no pueden resolverse con la razón
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Cuando tu carreta de desollador se enfangue y amenace con hundirse, no te bajes, no desesperes, que la abuela del diablo volverá para sacarte…».
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Pero Svetlana solo le enseñó su arca de los tesoros, una caja de cartón marrón oscuro que sacó de debajo del sofá.
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Alemania en calidad de «refugiado de cupo», y ahora vivía en una ciudad centrogermana, donde trabajaba de diseñador gráfico para un consorcio
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Ella misma, la madre, procedía de Samara
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Svetlana sabía que la madre de Kóstik no la quería.
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Svetlana, por su parte, era la única que no llamaba al ingeniero «Kóstik» a secas o por el mote, «Levántate Kóstik»
  • amaldorciteerde uit2 jaar geleden
    Los relatos sobre Aix-en-Provence no ejercían sobre Kóstik ningún estímulo erótico.
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