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Sarah Maclean

Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja

  • Zileme Sojarciteerde uit3 maanden geleden
    Si yo soy una emperatriz, él es el único hombre digno de ser mi emperador».
  • Zileme Sojarciteerde uit3 maanden geleden
    «Si yo soy una emperatriz, él es el único hombre digno de ser mi emperador».
  • Zileme Sojarciteerde uit3 maanden geleden
    —Oh, es verdad. No soy el tipo de joven que atrae a los caballeros. Cualquiera que tenga ojos en la cara lo ve.
  • Zileme Sojarciteerde uit3 maanden geleden
    —Oh, es verdad. No soy el tipo de joven que atrae a los caballeros. Cualquiera que tenga ojos en la cara lo ve.
  • Zileme Sojarciteerde uit3 maanden geleden
    —Oh, es verdad. No soy el tipo de joven que atrae a los caballeros. Cualquiera que tenga ojos en la cara lo ve.
  • Catalina Villagraciteerde uit8 maanden geleden
    «Si yo soy una emperatriz, él es el único hombre digno de ser mi emperador».
  • Victoriaciteerde uitvorig jaar
    Maldición, si hubiera sabido cómo sería la soltería, me habría casado con el primero que se me declaró.
  • Elena Herperciteerde uit3 jaar geleden
    —¿Sabías que la primera vez que me llamaste emperatriz fue aquí? ¿En este jardín?

    Él arqueó una ceja y ladeó la cabeza, intentando hacer memoria.

    —¿De veras?

    Ella escapó de sus brazos y se volvió de nuevo hacia la fuente.

    —Fue hace diez años. Yo había salido para esconderme en el laberinto, desesperada por escapar del fracaso que estaba resultando mi primera temporada. Tú estabas aquí. —Callie pasó los dedos por el agua lentamente mientras pensaba en aquella noche, hacía tanto—. Las palabras que me dijiste consiguieron que solo pudiera pensar en ti durante toda una década.

    La besó otra vez, centrándose en su voluptuoso labio inferior hasta que ella suspiró.

    —Pienso conseguir que pienses solo en mí durante mucho más tiempo —aseguró. Entonces le capturó la mano y le besó las puntas de los dedos—. Aunque sé que debería lamentar los años que has pasado esperándome, confieso que estoy encantado de que esperases hasta que abriera los ojos y, por fin, te viera, cariño. —La volvió a apretar entre sus brazos—. Pero me siento muy frustrado por no haberlo hecho antes… Podríamos llevar ya una década de felicidad y haber tenido un montón de críos que probaran nuestro amor.

    —Y dos cicatrices menos.

    Él se rió.

    —En efecto, diablillo.
  • Elena Herperciteerde uit3 jaar geleden
    —Creo que te he amado durante toda mi vida.

    Los ojos azules de Gabriel brillaron bajo la luz plateada de la luna.

    —Y yo te amaré durante el resto de la mía, emperatriz
  • Elena Herperciteerde uit3 jaar geleden
    —En efecto. Jamás he llegado a darte las gracias por conseguir que se quedara con nosotros.

    —No puedo imaginar que ninguna mujer, incluso aunque sea tu hermana, quiera abandonarte una vez que te ha conocido, Gabriel. —Sonrió mirando aquellos vibrantes ojos azules—. A pesar de que me temo que vas a tener que conformarte conmigo.

    —Excelente —murmuró contra sus labios—. Porque jamás permitiré que me dejes.
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