LA «NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS»
Aunque Hitler podía gobernar ahora sin ningún tipo de oposición, todavía quedaba quien discutía su poder. El jefe de las SA, Ernst Röhm, y otras figuras destacadas del nazismo, como el marginado Gregor Strasser, defendían la idea de que, una vez conquistado el poder, había que organizar una «segunda revolución» que permitiese