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Cristina Garcí­A Brocos

Mi Querido Zar

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Cuando sube al avión rumbo a sus deseadas vacaciones en Canarias, Cristina sólo piensa en olvidar un matrimonio roto. En sus planes está disfrutar del sol, descansar y entretenerse con la lectura de maravillosas novelas románticas, su género favorito. Lo último que Cristina espera de este viaje es exactamente lo que va a sucederle: conocer a Misha, un empresario ruso millonario, atractivo, viril y tremendamente sexy, y que éste se fije en ella, en una maestra gallega treintañera con la autoestima algo baja, un pasado triste a su espalda y una risa muy contagiosa. Junto a él, Cristina siente todo lo que había imaginado cuando leía su novela de cabecera, Cincuenta sombras de Grey: noches de sexo desenfrenado, regalos generosos… Y amor de verdad. Sin embargo, a pesar de estar viviendo ese sueño, ella no termina de creérselo del todo… ¿Puede la vida ser tan fantástica como en las novelas? ¿Existen en el mundo real los finales felices?
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Impressies

  • b7888971778deelde een impressie7 jaar geleden
    💞Heel mooi
    🚀Verslavend

    Perfecto

  • Teresa Alanis Vazquezdeelde een impressie6 jaar geleden
    🎯De moeite waard
    💞Heel mooi
    💧Tranentrekkend

  • Sonia López de Azahardeelde een impressie7 jaar geleden
    💞Heel mooi

Citaten

  • Constanza Martínez Pérezciteerde uit6 jaar geleden
    el único miedo que existe es el miedo a la vida, el cual, según él, engloba todos los miedos, a la pérdida, al desamor, al dolor, a la soledad, a la muerte. Afirmó categóricamente que mi miedo a volar era un reflejo del miedo que siento ante todo aquello que no puedo controlar, y dado que en esta vida son pocas las cosas que están bajo nuestro control,
  • Abbie'sciteerde uit3 jaar geleden
    Cuando los gritos de dolor salen de las entrañas, se buscan y se reconocen. El grito de la madre de Misha voló por el firmamento hasta encontrarse con el de una mujer que, a miles de kilómetros de distancia, era violada por un hombre que decía amarla. Los gritos se encontraron, se acariciaron, se abrazaron y ya nada pudo separarlos. Allí, en el firmamento estrellado, permanecieron inmóviles, esperando.
  • Abbie'sciteerde uit3 jaar geleden
    Yo las llamo las mariposas de la vida, las que Carlos intentó matar a cañonazos pero que supieron refugiarse en espera de tiempos mejores.

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