Ludwig Wittgenstein

El yo es incognoscible, no puede ser objeto de conocimiento científico, es opaco

De vez en cuando me convierto en un animal. Entonces no pienso en otra cosa que no sea comer, beber, dormir. ¡Terrible! Y entonces también sufro como un animal sin la posibilidad de un auxilio interior»

Cómo puedo ser un lógico si todavía no soy un hombre?», se

No producirá —decía Wittgenstein— ni la más pequeña flor, sino un dibujo de la flor»

Rudolf, quien, en un bar berlinés, mientras un pianista tocaba su canción favorita, que él mismo había solicitado, tras pedir dos bebidas a pesar de estar solo, tomó cianuro. En una carta achacaba su suicidio premeditado a la muerte de un amigo; en otra, lo explicaba a partir de sus dudas acerca de su «pervertida inclinación»

Wittgenstein nació en Viena, en la capital del Imperio austrohúngaro, el 26 de abril de 1889, seis días más tarde que Adolf Hitler, con quien coincidió en la escuela secundaria en Linz

Pero dijo, sin querer, y construyó algo así como una ética, incluso una concepción de la estética,

gracias a sus proposiciones tautológicas, que nada dicen acerca del mundo, pero que lo figuran. L