Inés Arredondo

La sunamita

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  • Berenice Torresciteerde uit3 jaar geleden
    La muerte da miedo, pero la vida mezclada, imbuida en la muerte, da un horror que tiene muy poco que ver con la muerte y con la vida.
  • Ana Saenzciteerde uit5 maanden geleden
    Continuó lloviznando todo el día, y el otro, y el otro aún. Cuatro días de agonía. No teníamos apenas más visitas que las del médico y el señor cura; en días así nadie sale de su casa, todos se recogen y
    esperan a que la vida vuelva a comenzar. Son días espirituales, casi sagrados.
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    Sola, pecadora, consumida totalmente por la llama implacable que nos envuelve a todos los que, como hormigas, habitamos este verano cruel que no termina nunca
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    Antes tan temida, ahora la muerte me parecía la única salvación. No la de Apolonio, no, él era un demonio de la muerte, sino la mía, la justa y necesaria muerte para mi carne corrompida.
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    Esto no puede continuar, no puede continuar”. Creí que Dios no podría permitir aquello, que lo impediría de alguna manera, él, personalmente
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    Recoge el libro. Se me cayó debajo de la cama, de este lado.
    Me arrodillé y metí la cabeza y casi todo el torso debajo de la cama, pero tenía que alargar lo más posible el brazo para alcanzarlo. Primero me pareció que había sido mi propio movimiento, o quizá el roce de la ropa, pero ya con el libro cogido y cuando me reacomodaba para salir, me quedé inmóvil, anonadada por aquello que había presentido, esperado: el desencadenamiento, el grito, el trueno.
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    No me llames tío, dime Polo, después de todo ahora somos más cercanos parientes —había un dejo burlón en el tono con que lo dijo

    ¡Ay, maldito!

  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    Precisamente la mañana en que lo senté por primera vez recargado sobre los almohadones sorprendí aquella mirada en los ojos de mi tío
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    El miedo, el horror, que me producían su vista, su contacto, su voz, eran injustificados, porque el lazo que nos unía no era real, no podía serlo, y sin embargo, yo lo sentía sobre mí como un peso, y a fuerza de bondad y de remordimientos quería desembarazarme de él
  • Ceciliuxciteerde uit8 maanden geleden
    exacerbada: lo que deseaba, ya con toda claridad, era que aquello terminara pronto, que se muriera de una vez
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