Una grieta en la noche

Vivir con un desfase en el tiempo era parte del castigo

pero esto ha sido algo que me ha estremecido, ha despertado cosas que creí que ya ni siquiera me habitaban, y ha traído otra vez a mi vida el olor a podredumbre

Las primeras semanas que él y yo salimos no me cupo duda de que quería permanecer ahí por tiempo indefinido.

pero nunca le decía.

tal vez el diablo iba a cargarse a todos los involucrados con ella, comenzando por mí.

no se sienta especial, la pobreza no nos hace mártires,

lo dejó ahí parado, con la cara de pendejo que no era de pendejo, sino de perro abandonado, como fue Julián desde que nació y ni su mamá lo quiso

–Lo que está haciendo es tratar de apagar un incendio con las manos. Ninguno de ellos puede salvar algo que lleva años quemándose.

Extinguirse también es una forma de despedida

Las primeras semanas que él y yo salimos no me cupo duda de que quería permanecer ahí por tiempo indefinido. Me gustaba todo lo que veía de él, me sentía atraída por su hermetismo, que era algo que siempre deseé en la primera parte de mi vida, soledad. Para mí cambiar de rumbo fue dejar atrás una multitud de voces y pasos de los que nunca me sentí parte. En cambio él sabía que adonde fuera estaría acompañado