Su fortuna es inmensa, pero reclamar a su hijo no tiene precio.
Joao Oliviera podía ser uno de los hombres más ricos del mundo, un hombre hecho a sí mismo, pero aquella última transacción era algo personal. Para asegurarse la victoria, necesitaba a su mano derecha, Saffron Everhart, pero la innegable tensión sexual que había entre ellos era más poderosa que nunca desde que, por fin, se rindieron a la pasión una noche en Marruecos.
Y esa tensión estaba a punto de explotar porque Joao acababa de descubrir que Saffron estaba embarazada.