o, no es eso –pensé–. Por favor, deja de tratarme como a un niño. ¿Crees que lo que digo es porque extraño a mi madre? Es que esa mujer me causa una sensación insólita. No puedo precisarlo, pero cuando veo su foto se me revuelve el estómago sin saber el porqué; me corre un escalofrío por los huesos como una señal de alarma, gritan todas las células de mi cuerpo, se me erizan las dendritas de las neuronas y pareciera que todas estas señales exclamaran: ‘¡Detenlo!, ¡detenlo!