Un padre, junto con su hijo de corta edad, emprenden juntos el Camino de Santiago, buscando empezar así una nueva vida lejos del lugar donde, tiempo atrás, comenzó su pesadilla.
El camino será, sin lugar a dudas, un lugar de encuentros agradables y enriquecedores, que les ayudarán a abrir horizontes, a crecer y a mejorar como personas.
No será hasta su regreso al que fuera su hogar, muchos años después, cuando nuestro protagonista podrá, por fin, reconciliarse consigo mismo y perdonarse por sus errores pasados.
El sentimiento de culpabilidad, la necesidad de buscar el perdón y el crecimiento personal que desarrollamos a través de la visión que las personas que nos acompañan en el camino de la vida tienen de nosotros, son trasfondo de esta obra repleta de sentimientos que la autora consigue transmitir al lector a través de cada una de sus páginas.