A la caza de nuevos estímulos, excitaciones y vivencias, hoy perdemos la capacidad de repetición. A dispositivos neoliberales tales como la autenticidad, la innovación o la creatividad les es inherente forzarnos permanentemente a lo nuevo. Pero en último término lo único que generan son variaciones de lo mismo
Adal Cortezciteerde uit3 jaar geleden
Las emociones son más efímeras que las cosas. Por eso no dan estabilidad a la vida. Además, cuando se consumen emociones uno no está referido a las cosas, sino a sí mismo. Se busca la autenticidad emocional. Así es como el consumo de la emoción intensifica la referencia narcisista a sí mismo. A causa de ello cada vez se pierde más la referencia al mundo, que las cosas tendrían que proporcionar. También los valores sirven hoy como objeto del consumo individual. Se convierten en mercancías.
Cristian Silvaciteerde uit5 maanden geleden
La autenticidad no es enemiga de las exigencias que emanan de más allá del yo; presupone esas exigencias.15
Cristian Silvaciteerde uit5 maanden geleden
Los rituales, por el contrario, exoneran al yo de la carga de sí mismo. Vacían el yo de psicología y de interioridad.
Cristian Silvaciteerde uit6 maanden geleden
Al ser una forma de reconocimiento, la percepción simbólica percibe lo duradero. De
Cristian Silvaciteerde uit6 maanden geleden
Los rituales se pueden definir como técnicas simbólicas de instalación en un hogar
egún Kierkegaard, la repetición y el recuerdo representan el mismo movimiento, pero en sentido opuesto. Lo que se recuerda es pasado, «se repite en sentido retroactivo», mientras que la auténtica repetición «recuerda hacia delante
Los valores morales se consumen como signos de distinción. Son apuntados a la cuenta del ego, lo cual hace que aumente la autovaloración. Incrementan la autoestima narcisista. A través de los valores uno no entra en relación con la comunidad, sino que solo se refiere a su propio ego.