Siempre que Dios habla a sus siervos en la Biblia acerca de sus planes y propósitos, demanda de ellos cambios y ajustes en sus vidas y en sus planes para ajustarse a los suyos. Estar dispuestos a ajustar nuestra vida, nuestras creencias, nuestros planes y aún nuestro lugar de habitación es un punto crítico para poder experimentar los propósitos de Dios en nuestras vidas.