Tres tunantes trovadores.
Ligones empedernidos, vividores, canaperos profesionales, incurables románticos, pertinaces estafadores de la telefonía española, críticos resentidos…
Personajes tiernos, despreciables, íntegros o tramposos desfilan sin solución de continuidad ante la mirada irónica de Norman Roy, Amando de Miguel y Antonio Íñiguez; todos traspasados por un agudo sentido del humor.
Se cruzan, como en la vida misma, ficción y realidad, sin que no siempre sepamos distinguirlas ni delimitar su frontera; esa difusa línea que atraviesan nuestros tres tunantes trovadores para poner boca abajo las convenciones y radiografiar con estremecedora precisión las grandezas y miserias de la condición humana.