—Ninguno de ellos es problema para ti —me interrumpe—. Tu preocupación es en vano.
—Sí lo son, en especial Dominick, no sabes todo lo que tuve que hacer para apartarlo de ella y para que entendiera que es mía.
—No me gusta meterme con tu forma intensa y desgarradora de amar —dice con sarcasmo—, pero a mi parecer las cosas no son tan tuyas cuando debes estar apartándolas de todo el mundo.