Catalina recibe un extraño paquete de alguien que conoció en el pasado. Al abrirlo observa con estupor que es la prueba de un delito cometido en 1969, el año en que abandonó a su familia para irse a la ciudad a estudiar, huyendo de un mundo cerrado que no daba opción al crecimiento personal de las mujeres. Sin dinero. Sin conocer a nadie. Sin haberse planteado cómo iba a subsistir, se ve abocada a la profesión más antigua del mundo. Ahora su secreto regresa.
Con los últimos años del franquismo como telón de fondo, Lágrimas sobre la acera es una obra de intriga, de engaños, de pasiones encontradas, de traiciones; pero sobre todo es un alegato a la fortaleza de aquellas mujeres que, a pesar de vivir oprimidas, supieron mantenerse en su empeño de cumplir un sueño: el de ser libres.