jamás fui de las personas que bajaban la cabeza y se iban con la cola entre las piernas a esperar que el tiempo lo curara todo, porque el tiempo no cura nada, solo te ayuda a acostumbrarte al dolor hasta que entiendes que debes resignarte y vivir con él.
Estas cosas pueden suceder con la persona que menos te esperas. No lo fuerces. Solo asegúrate de que sea alguien, digamos, especial, así el recuerdo será bueno.