El último neógrafo

la cabeza llena de libros y el corazón vacío de experiencias.

—¿Cómo puede entrar lo nuevo al mundo si todo está hecho para reducirlo a lo de siempre? ¿Cómo se puede crear lo que todavía no existe si no tenemos ni siquiera palabras para nombrarlo?

Para eso justamente sirven los libros —respondió Marín, y se sintió inteligente por un segundo—. Te permiten conocer cosas que no has vivido o que nunca vivirás

—Ese es tu problema, Juan. Has leído demasiados libros. Conoces demasiados idiomas. Tienes la cabeza llena de ideas y el corazón vacío de experiencias. Sabes mucho de cosas que no has vivido.

Tal vez la felicidad también es inevitable cuando se mira crecer a un niño

a lógica solo explica un poco, y mal, el comportamiento de los seres humanos