Ángeles Mastretta

Mal De Amores

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  • 🌻citeerde uit3 jaar geleden
    yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo la fortuna de los amores y el delirio de la soledad. Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres. Te deseo la inteligencia y el ingenio. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan, un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos. Te deseo la fe en los augurios, en la voz de los muertos, en la boca de los aventureros, en la paz de los hombres que olvidan su destino, en la fuerza de tus recuerdos y en el futuro como la promesa donde cabe todo lo que aún no te sucede. Amén.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    Se casaría con Zavalza porque sentía sosiego bajo sus ojos y confianza con sus manos, porque la quería por encima de cualquier otra causa y le había sacado de encima la pena continua de querer a Daniel.
  • Alejandra Arévalociteerde uit5 jaar geleden
    Los hombres son así desde que nacen —le comentó a su hija Emilia mientras la acomodaba en su cesta—. Quieren todo, pero no lo saben pedir.
  • Alejandra Arévalociteerde uit5 jaar geleden
    la llamarían Emilia para honrar a Rousseau y hacerla una mujer inteligente.
  • Lavis Ayon Noriegaciteerde uit8 jaar geleden
    Empezaron a preguntarse por una criatura sólo cuando se conocían tan bien uno al otro que con los ojos cerrados él podía evocar la forma y el tamaño preciso de cada una de las pequeñas y limpísimas uñas en que terminaban los pies de su mujer, y ella podía decir con su memoria la exacta distancia entre la boca y la punta de la nariz de su marido, mientras trazaba con su dedo en el aire las curvas de su perfil.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    Extrañaba a Daniel en cada esquina, en cada callejón, en el centro de la indiferencia que regía el Paseo de la Reforma, frente a la puerta caída de una iglesia, sentada frente a la mesa de su primer café, hundida en la tina vacía de la casa que la cercaba con su silencio, despierta a media noche con la boca lastimada de tanto morder el brillante de su boda.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    Era como cuando él nació, como cuando su abuelo luchó para librarla de la colonia española, una sociedad regida por el más necio catolicismo, guiada por fueros, privilegios y caciques.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    Este país va a arder en una guerra y la virginidad de las niñas no le preocupará ni a Nuestra Señora de Guadalupe.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    —Tú naciste con luz eléctrica —contestó su padre—. Quién sabe cuántas cosas vas a querer de la vida.
  • aicirtaPciteerde uitvorig jaar
    Toda la ciudad supo que en ocho días la pareja Sauri Veytia no salió de la cama y que Josefa no fue ni para abrirle la puerta a su madre
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