Vilém Flusser y la Cultura de la Imagen

Al final de este ensayo ofrece un breve resumen de la evolución de la imaginación por tratar de hacer comprensible el mundo en que vivimos: «primero nos retiramos del mundo de la vida para poder imaginarlo. Luego nos apartamos de la imaginación para describirla. Después nos apartamos de la crítica escritural lineal para analizarla. Y finalmente uno se proyecta imágenes sintetizadas a partir del análisis que debemos a una nueva imaginación»

En un ensayo titulado «Una nueva facultad imaginativa» (1990), también incluida en esta selección de textos, Flusser hace hincapié en la necesidad de una crítica de la crítica de la imagen.10 Esta «nueva imaginación» es la propuesta a la que llega después de años de escribir sobre la «imaginación técnica».

Da lo mismo fotografiar una pizza y enviársela a un amigo a través de Whatsaap, que registrar con la cámara los amigos con quienes está disfrutando de la comida.

Es una dulce tentación caer en las manos de la reproducción técnica y pensar que a través de ellas nuestras experiencias, viajes y reuniones con amigos, son más luminosas, por lo tanto, más felices.

Dado el papel central de la fotografía para casi todos los aspectos de la vida contemporánea, el carácter programado del aparato fotográfico da forma a la experiencia de ver e interpretar fotografías, así como la mayor parte de los contextos culturales en los que ella interviene.

La diferencia fundamental entre un fotógrafo y una persona cualquiera es que el fotógrafo quiere hacer una obra de arte que refleje una situación, mientras que una persona cualquiera está tratando de aferrarse a cada momento que vive tomando tantas imágenes como sea posible.

Flusser responde: «Ontológicamente imágenes tradicionales significan fenómenos, las imágenes técnicas significan conceptos» (ibíd., 17).

La cámara funciona según las intenciones del fotógrafo, pero estas intenciones funcionan de acuerdo con el programa de la cámara (1990, 39).

Ya no descifra sus propias imágenes, sino que vive en función de ellas; la imaginación se ha vuelto alucinación (1990, 12-13).

EI hombre se olvida de que produce imágenes a fin de encontrar su camino en el mundo; ahora trata de encontrarlo en estas.