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Vicente Leñero

El evangelio de Lucas Gavilán

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  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    También la agarraba contra los humildes que no sabían sino quejarse:
    —¡Bola de pendejos, defiéndanse, no se dejen explotar!
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Me limpio con sus novenarios! En lugar de tanta rezadera, lo que Dios quiere de ustedes es que hagan algo contra esta pinche situación de injusticia, ¿no la sienten? Y si su fe no les sirve para eso, olvídense; ya lo dice el Evangelio: si un árbol no da fruto, a la chingada
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Lo oía por primera vez, y oyéndolo hablar de un amor a Dios que sólo podía entenderse como entrega a la causa de la justicia, el hijo del albañil sintió una especie de escalofrío, un calambre, una comezón en el cuerpo
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Con Jesucristo Gómez andaba siempre el Diablo Samperio, albañil también
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    —Si tú también estás jodido no vas a ayudar a nadie —le replicó Samperio—. Primero ayúdate a ti mismo, haz tus centavos, y ya luego regresas a dártelas de redentor. Lo que necesitan los jodidos es lana, no palabras, eso no llena el estómago
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    El Diablo Samperio se fue a la capital a trabajar en la compañía constructora, y en mucho tiempo no volvió a ver a Jesucristo Gómez
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Dicen que anduvo un tiempo por Michoacán. Al menos hay la seguridad de que lo vieron en Uruapan
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Regresó Jesucristo al mundo! ¡Regresó para salvarnos!
    —¡Bendito sea el nombre de Jesucristo! —coreaba Ana la Caraja.
    Levantaron a Simeón Terrones. María David le limpió la sangre de la boca y luego lo llevó del brazo hacia las afueras del templo.
    —Ya me puedo morir tranquilo —murmuró Simeón Terrones a María David—. Ciego ciego, pero ya vi la salvación.
    Llegaron al atrio. La mano derecha de María David acarició la cabeza blanca del anciano
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Por qué hay pocos que tienen mucho y muchos que tienen poco? —preguntaba Jesucristo.
    —¿Por qué hay gente pidiendo limosna en la entrada de la iglesia?
    —¿Por qué hay cárcel en el pueblo?
    —¿Por qué le damos dinero a la señora de la tienda?
    —¿Por qué el señor cura es tan rico?
    —¿Por qué doña Mercedes les pega a sus hijos?
    —¿Por qué se muere la gente? —preguntaba Jesucristo Gómez a su madre
  • Eliana Sotomayorciteerde uit4 jaar geleden
    Pues qué mundo tan pinche —dijo Jesucristo
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