Uno de los mayores retos al escribir ciencia ficción y fantasía es transmitir al lector los elementos del mundo que habéis creado de una forma que no resulte aburrida. Para lograrlo, deberéis construir las escenas de manera intencionada, para mostrar no solo el funcionamiento de la magia, sino también rasgos de los personajes y la ambientación. De hecho, aunque el objetivo de una escena concreta sea explicar la magia, el énfasis debería estar en que los personajes sean interesantes, en mostrar tanto o más sobre ellos que sobre la magia, o al menos en proporcionar al lector una emoción equivalente. Intentad hacer varias cosas a la vez, sin perder el foco en los personajes.