Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la Familia Manson

Charlie, le confió Susan a Virginia, era Jesucristo.

Susan, decidió Virginia, estaba chiflada.

Lo cual a su vez daba a entender: uno, que el asesino llegó con el propósito de cometer un robo o algún otro delito, y luego le sorprendió la vuelta a casa de los LaBianca, o dos, que las víctimas conocían al asesino, y que confiaban en él lo suficiente para dejarle entrar en casa a las dos de la mañana o más tarde.

Una suposición de nada, pero después traería muchos, pero muchos problemas.

Que la contracultura decidiese ungir rey a un enano machista y maloliente, violador y timador y admirador de Adolf Hitler12, dice mucho del nivel de volubilidad e inconsistencia de su ethos.

La mente adolescente es plastilina.

Como dice la vieja frase, la realidad es mucho más rara que la ficción.
Bugliosi, en su posfacio, escrito un par de décadas después de los

a la vez tan pop y tan sixties y tan prototípicamente

han empezado a estudiar. Ni siquiera las vocales básicas

si son neófitos de la mansonología, no

Todo lo que leerán a continuación es real. Helter Skelter, escrito por el fiscal asignado al caso, Vincent Bugliosi (en colaboración con el escritor Curt Gentry)

Una modalidad de dicha folie en famille es la folie imposée, donde una persona dominante impone un delirio a otra u otras a lo largo de un episodio psicótico. Para ello se requiere una mente dominante (delirante o no) y un grupo de mentes listas para fundir, moldear y gratinar. Con o sin la ayuda de