Vida del cristiano centrada en Cristo

Heredar a Cristo es heredar lo que le pertenece

Ahora son parte del vasto plan de Dios. El hombre en rebelión, desconcertado, temeroso, en guerra consigo mismo y contra Dios, descubre en Cristo «el Sinfonista de la Salvación, el que armoniza la música desafinada del género humano»

Un palacio en ruinas sigue dando testimonio de la gloria que un día tuvo. Un hombre arruinado por el pecado sigue conservando la gloria y el misterio de una raíz que se hunde en la eternidad creadora. Es su marca de fabricación. Nadie ni nada puede privarle de ella. Una persona caída sigue siendo obra de Dios, no hay nada ni nadie que pueda borrar la huella de Dios que lleva impresa.

Las estrellas son la poesía del cielo, las flores la poesía de los campos; el agua la poesía de los ríos y los niños la poesía de la humanidad. Pero por encima de todo, está el cristianismo como un himno de gloria a su amor por la humanidad

El credo de la Iglesia Ortodoxa llama a Dios el «Poeta de la creación».

«Somos la poesía de Dios, el poema de la divinidad»

Este es mi nombre para siempre» (Éxodo 3:15). Lo que Dios está diciendo a Moisés es que Él es un Dios solamente reconocible en la historia, la historia concreta de personas concretas y bien conocidas por los destinatarios: Abraham, Isaac, Jacob. La naturaleza revelada de Dios consiste en su trato con el ser humano en su historia concreta y nunca es objeto de especulación mágica[9] ni religiosa.

Cada cristiano es un clérigo, un «heredero»[6

Desgraciadamente son cada vez menos lo que se preguntan qué es ser cristiano y por contra quieren saber qué es ser reformado, bautista, pentecostal, carismático, apostólico, menonita..., como si todo esto no fuera derivado de Cristo y supeditado al mismo

Los padres viven confiados sus viejas doctrinas como rocas inamovibles, los jóvenes comparten la misma fe de los mayores pero con una perspectiva y un lenguaje diferentes. No es un problema de diferencia generacional, sino de cambios de situación y planteamiento que precisa un lenguaje ajustados a las nuevas sensibilidades.