Daphne du Maurier

Los pájaros y otros relatos

  • R Güemesciteerde uit7 maanden geleden
    Habían estado casados casi veinticinco años y eran dos personas que, a fuerza de costumbre, habían aprendido a vivir bajo el mismo techo
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Uno de los tipos de la granja me había prevenido contra él, y me aconsejó, con una sonrisa, que no me acercara al viejo que vivía aquí abajo, junto al lago, porque no le gustaban los forasteros
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Sí, vivía aquí, junto al lago, con su señora. Tenían una casa muy precaria y extraña, improvisada, expuesta a las inclemencias del clima, pero no parecía importarles mucho
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Ella no era nada interesante. Quiero decir, no tenía ni una pizca del brío de él. Me pareció una criatura plácida, apacible
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    A nadie más que a mí parecía importarle la pareja que vivía allí, así que la versión de esta historia se reduce a lo que yo vi con mis propios ojos y lo que te cuento no es algo que haya oído de otra persona, no son rumores ni leyendas que se cuentan
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    hermano yo lo llamaba el niñito. Era el mayor y, que esto quede entre tú y yo, un poco idiota. No tenía la belleza de sus hermanas y era un niño torpón
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Después de aquello, yo seguí bajando siempre a la playa o a las rocas, en invierno y en verano, y ellos continuaron con su peculiar y apartada existencia: a veces pescaban en el lago y a veces en el mar.
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Mira, una cosa que sí que era evidente, y que se notaba a leguas, era que se tenían auténtica devoción el uno por el otro
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    De algún modo, dejaron un vacío. Yo me sentía triste. De tanto tiempo, me había acostumbrado a verlos por ahí, a la peque y a los otros. Tenía el extraño presentimiento de que se habían marchado para siempre. Qué tontería, ¿no? Por preocuparme, quiero decir. Sólo eran un viejo, su señora y sus cuatro hijos, y yo, que más o menos los había visto crecer, aunque ahora, sin motivo, hubieran desaparecido
  • Dianela Villicaña Denaciteerde uit2 jaar geleden
    Creo que el viejo y su señora se los llevaron aquel último fin de semana con un objetivo definitivo y final muy claro: y o bien los dejaron con conocidos o les dijeron que se buscaran la vida por ellos mismos
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