Thomas Wolfe

Historia de una novela

  • Josué Tello Torresciteerde uit3 jaar geleden
    La vida del artista en cualquier época de la historia humana nunca ha sido fácil. Y aquí, en Estados Unidos, o al menos así me lo parece, bien puede ser la forma de vida más difícil de todas.
  • Rafael Ramosciteerde uiteergisteren
    Ya sé que hasta la fecha he fracasado en este intento, pero también creo que comprendo bien dónde reside la naturaleza de esa falla, y desde luego mi esperanza más profunda y anhelada es que llegue el momento en que deje de fracasar.
  • Rafael Ramosciteerde uiteergisteren
    Me quedaba allí sentado mirando hacia la avenue de l’Opéra, y mi pasado me dolía con toda su carga de memoria, con todo el deseo de ver todo aquello nuevamente, de encontrar palabras para describirlo, un lenguaje capaz de plasmar su forma y su color, el modo en que todos los sentíamos y los veíamos. Y una vez que comprendí esto, comprendí también que mi deber ahora consistía en hallar una lengua para expresar lo que conocía pero no podía formular. Y desde el instante de ese descubrimiento, la línea y el propósito de mi vida quedaron definidos. A partir de entonces, se perfiló el objetivo al que destinaría cada gota de energía y talento. Era como si hubiera descubierto un universo entero de elementos químicos nuevos y hubiera empezado a ver ciertas relaciones entre algunos de ellos, pero todavía no tuviera los medios para disponer esa serie de elementos en una unión armoniosa y coherente.
  • Rafael Ramosciteerde uiteergisteren
    Mi memoria se caracteriza, creo yo, en un grado superior a lo ordinario, por la intensidad de sus impresiones sensoriales, por su poder de evocar y recordar olores, sonidos, colores, formas y sensaciones de las cosas de una manera concreta y vívida. Ahora mi memoria trabajaba día y noche de un modo que al principio no podía ni controlar ni frenar y, en su fervor inusitado, una fulgurante y ceremoniosa corriente atravesaba todo mi espíritu, arrastrando consigo el millón de formas y sustancias de la vida que había dejado atrás, mi vida en Estados Unidos.
  • Rafael Ramosciteerde uiteergisteren
    ¡Un lugar ideal para trabajar! Sí, claro, el lugar ideal para trabajar era París, era España, era Italia y Capri y Mallorca, pero ¡por todos los santos!, también lo eran Keokuk y Portland, Maine y Denver, Colorado y Yancey County, Carolina del Norte o dondequiera que uno estuviera, siempre que en ese momento albergáramos el deseo de trabajar. Si esto hubiera sido lo único aprendido en todos mis viajes por Europa, si el precio de todo aquel periplo hubiera sido esta simple lección, ya sólo por eso habría valido la pena.
  • Rafael Ramosciteerde uiteergisteren
    Por primera vez entendí que el artista no sólo debe vivir, padecer, amar, sufrir y disfrutar como los demás seres humanos, sino que también debe trabajar tanto como el que más y que, por si fuera poco, debe hacer ese trabajo mientras tienen lugar todos los sucesos y actividades cotidianas. Esto podría parecer una afirmación banal y simplona, pero yo aprendí la lección de la manera más dolorosa y en uno de los peores momentos de mi vida. No existe el vacío artístico; no existe un momento en que el artista pueda trabajar en una atmósfera agradable, libre de las agonías a las que se enfrentan los demás hombres, y si el artista llega a ese momento, no es algo que debería esperar, ni mucho menos buscar indefinidamente.
  • Rafael Ramosciteerde uit8 dagen geleden
    La atroz y escueta desnudez de la letra impresa, esa cosa innombrable que para todos nosotros se parece tanto al pudor, se acercaba día a día. Me parecía increíble que yo mismo hubiera querido semejante exposición. Tenía la sensación de que me estaba exponiendo de manera impúdica y, pese a ello, la sutil droga de mi deseo y mi creación me tenían al acecho
  • Rafael Ramosciteerde uit8 dagen geleden
    Mi impresión de los escritores, editores, libros y de todo ese mundo fabuloso y remoto seguía siendo casi tan irreal y romántica como la que había tenido en mi niñez. Y, sin embargo, mi libro, los personajes que lo poblaban, el color y el clima del universo que había creado se habían apoderado de mí, y yo escribía y escribía con esa llama ardiente con la que escriben todos los jóvenes que, pese a no tener nada publicado, están seguros de que todo debe salir y saldrá bien. Esto es algo bien curioso y difícil de contar, pero sí resulta fácil entender para la mente de un escritor. Yo aspiraba a la fama, como debe de sucederle a cualquier joven que quiera escribir, pero la fama era lo más incierto, un brillo, un fulgor lejano.
  • Rafael Ramosciteerde uit8 dagen geleden
    A lo largo del día vivía inmerso en el formidable y monótono trasiego de Londres, en la luz dorada, amarilla, nebulosa que se aprecia allí en octubre. ¡La colmena, la humean­te maraña de la vieja Londres! Me encantaba esa ciudad y a la vez me asqueaba y la aborrecía. No conocía a nadie y mucho tiempo atrás había pasado mi niñez en Carolina del Norte, mientras que ahora vivía en un piso de dos habitaciones entre los inconmensurables ten­táculos y la telaraña infinita de aquella ciudad apabullante.
  • Rafael Ramosciteerde uit8 dagen geleden
    No hay nada muy literario al respecto: es una historia de sudor y dolor, de desesperación y logros parciales. Todavía no he aprendido a narrar una historia. Todavía no sé cómo se escribe una novela. Pero he aprendido algo acerca de mí mismo y acerca del trabajo de la escritura
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