El priorato del naranjo

Morir en aras de un mundo mejor sería el mayor honor posible.

Vos no habéis visto la muerte, milord. Solo habéis visto la máscara que le ponemos

Todos tenemos sombras en nuestro interior. Yo acepto las tuyas —dijo, apoyando una mano sobre el anillo—. Y espero que tú también aceptes las mías.

Dices que deseas la verdad, pero la verdad es un tejido de muchos hilos.

Apoyó su mano callosa sobre el pómulo—. Ya tienes un fantasma, Niclays. No te conviertas en fantasma también tú.

¿Cuántos años hacía que nadie le tocaba el rostro o le miraba con una mínima simpatía?

El mar se había convertido en un cristal, de modo que el cielo por fin se miraba a sí mismo.

El parto no siempre es fácil. A mí me parece que es el secreto mejor guardado del mundo. Hablamos de él como si no hubiera nada mejor, pero la verdad es más compleja.

El parto no siempre es fácil. A mí me parece que es el secreto mejor guardado del mundo. Hablamos de él como si no hubiera nada mejor, pero la verdad es más compleja.

Porque tener cerca a alguien con quien poder ser yo mismo me ha dado la fuerza necesaria para mostrarme como otra persona con él.

Me olvidé de que poseía una habilidad, y dejé que la habilidad me poseyera a mí. Por completo.