Harry Potter Y Las Reliquias De La Muerte

para ti
si has
seguido
con Harry
hasta
el
final.

No quiero que te sientas presionado —dijo Ron—, pero si no te ponen en Gryffindor, te desheredo.

regalaba los ojos con ella y pensó que le gustaría quedarse allí mirándola por toda la eternidad; no necesitaba nada más.

pero quizá los más capacitados para ejercer el poder son los que nunca han aspirado a él; los que, como tú, se ven obligados a ostentar un liderazgo y asumen esa responsabilidad, y comprueban, con sorpresa, que saben hacerlo.

Los padres —sentenció— no deben abandonar a sus hijos a menos… a menos que no tengan más remedio.

Ya sé que es muy poderosa —comentó Harry con voz cansina—. Pero era más feliz con la mía.

localizó a Ginny sentada dos mesas más allá, con la cabeza apoyada en el hombro de su madre, pero pensó que ya tendrían tiempo —horas, días, quizá hasta años— para hablar.

yo soy el verdadero dueño de la Varita de Saúco.

—Lo siento, pero llegas tarde; has dejado pasar tu oportunidad. Yo me adelanté: hace semanas derroté a Draco y le quité esta varita. —Sacudió la varita de espino

—Esta noche no vas a matar a nadie más —sentenció Harry—. Nunca más volverás a matar.