Una tarde de primavera de 1992, la joven agente inmobiliaria Louise Akerblom es brutalmente asesinada en una solitaria y apartada granja de Escania. Un caso difícil para la polícia, pues, a primera vista, no hay un móvil claro, y todo parece indicar que la muchacha sólo vio algo que no debía ver.
¿Qué tendrían en común la provincia Escania de Suecia con el movimiento del apartheid de Sudáfrica? Una novela de suspenso entre policías e integrantes de la KGB, en ese momento desempleados. Muy bien llevada la intriga y el desenlace.
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Ana Saenzciteerde uit2 jaar geleden
Por fin había comprendido lo que significaba la leona blanca. Estaba allí para revelarle que, ante todo, él no era un bóer, un hombre blanco, sino que era africano.
Ana Saenzciteerde uit2 jaar geleden
Él, junto con el presidente De Klerk, tenía que gobernar el país, conducirlo a través del hiriente pero no por ello menos extraordinario camino que los haría desembocar en la total erradicación del sistema del apartheid. El último reducto colonialista del continente negro caería por fin. Una vez alcanzado este objetivo, podría retirarse e incluso morir, si era necesario.
Ana Saenzciteerde uit2 jaar geleden
De repente, le vino a la memoria la imagen de la leona blanca que había visto junto con Judith. Se le ocurrió que muy bien podía ser la imagen de África. El animal sereno, la quietud reinante antes de que se levante dispuesto a desplegar todas sus fuerzas. El depredador al que no se puede herir, sino tan sólo matar cuando nos ataca.