Terry Pratchett

La Luz Fantástica

Meld me wanneer het boek is toegevoegd
Dit boek lezen upload een EPUB- of FB2-bestand naar Bookmate. Hoe kan ik een boek uploaden?
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Bula meditó un momento.

    —Quemar cosas —dijo por último—. Eso se les da muy bien. Libros y demás. Hacen unas hogueras enormes.

    Cohen palideció.

    —¿Hogueras de libros?

    —Sí. Es horrible, ¿verdad?

    —Desde luego —asintió el Bárbaro.

    Le parecía espantoso. Cualquiera que se pase la vida con el cielo como techo conoce el valor de un buen libro gordo, que basta para encender el fuego durante toda una estación si se sabe cómo arrancar las páginas. Más de una vida ha sido salvada en una noche de nieve por un puñado de hierba y un libro bien seco. Si quieres fumar y no tienes pipa, siempre puedes contar con un buen libro.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Se detuvo, inseguro, aunque esto no es del todo exacto, porque tenía una certeza absoluta sobre muchas cosas, como por ejemplo de que no quería saltar, de que no quería enfrentarse con lo que les perseguía, de que en el mundo espiritual Dosflores era muy pesado, y de que había cosas peores que estar muerto.

    —Nombra dos —murmuró.

    Y saltó.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Todavía usaba guadaña, decía, mientras que las Muertes de otros mundos habían invertido hacía tiempo en cosechadoras automáticas.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Rincewind sabía que debería estar aterrado, pero le resultaba difícil porque, aunque no era consciente de ello, las emociones como el pánico, el terror y la furia tienen mucho que ver con cosas segregadas por glándulas, y todas las glándulas de Rincewind se habían quedado en su cuerpo.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    la auténtica razón era un temor jamás expresado de que, si se permitiera a las mujeres andar por ahí haciendo magia, probablemente se les daría embarazosamente bien…
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Fue en aquel momento cuando la luna, con la debida obediencia a las leyes de la persuasión, salió; aunque, por deferencia a las leyes informáticas, no fue por un lugar ni siquiera remotamente cercano a las piedras colocadas a tal efecto.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    Para él, la mejor definición de «sacerdote» en las zonas del Mar Circular era alguien que se pasa mucho tiempo metido hasta los sobacos en sangre.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    —Por si a alguien le interesa —intervino otra voz crepitante a la izquierda de Rincewind—, todos estáis en un error. En el principio fue el Carraspeo… luego el Verbo…
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    —En el principio fue el Verbo —dijo una voz seca justo detrás de él.

    —Fue el Huevo —corrigió otra voz—. Lo recuerdo con toda claridad. El Gran Huevo del Universo. Estaba un poco pasado.
  • Stevan Lozznyciteerde uit4 jaar geleden
    El universo, según decían, dependía para su funcionamiento del equilibrio de cuatro fuerzas que ellos identificaban como encanto, persuasión, inseguridad y mala leche.
fb2epub
Sleep je bestanden hiernaartoe (maximaal 5 per keer)