A veces es precisamente la ausencia de reflejo lo que nos permite sentirnos hermosos.
Jośe Carrasco Amadorciteerde uit3 jaar geleden
Toda inteligencia es también capacidad de adaptación
Brenda Rodríguezciteerde uit3 jaar geleden
Los inteligentes que no desarrollen este acceso al prójimo se convertirán, en el sentido etimológico del término, en idiotas: seres centrados en sí mismos.
Alicia Sandovalciteerde uit4 jaar geleden
nada mejor que ser mediocre para pensar bien de uno mismo
Cy Barrónciteerde uit5 jaar geleden
El sufrimiento y la injusticia siempre han existido. Con las mismas buenas intenciones que cimientan el infierno, la época moderna ha secretado atroces pomadas verbales que, en lugar de curar, extienden la superficie del mal y producen una especie de irritación permanente en la piel del desdichado.
Mar San Basiliociteerde uit6 jaar geleden
Rose nunca conoció a su padre, ni siquiera supo su nombre. Cuando le preguntaba a su madre sobre esta cuestión, solo conseguía una respuesta: –Le quería. Murió en la guerra. –¿Qué guerra? Cuando yo nací los franceses no estaban en guerra. –Los franceses siempre están en guerra en alguna parte. –Háblame de él. –No puedo. Fue un amor demasiado grande.
Mar San Basiliociteerde uit6 jaar geleden
El sufrimiento y la injusticia siempre han existido. Con las mismas buenas intenciones que cimientan el infierno
Mar San Basiliociteerde uit6 jaar geleden
Déodat intuyó que no había que reprocharle nada a nadie. Toda criatura que vive un trauma así de cruel debe enfrentarse a un oscuro dilema: o decide odiar al universo por haberle reservado un lugar tan injusto o decide convertirse en objeto de compasión para la humanidad.
Mar San Basiliociteerde uit6 jaar geleden
La sonrisa tenía que ver con el lenguaje, o, para ser más exactos, con la forma de lenguaje dirigida a terceros. Porque también existía un lenguaje interior, ajeno a la información, que solo servía para aumentar el éxtasis.
Mar San Basiliociteerde uit6 jaar geleden
Tenía razón: la criatura poseía esa forma superior de inteligencia que deberíamos denominar «sentido del otro». La inteligencia clásica rara vez incluye esta virtud, comparable a la facilidad para los idiomas: los que la tienen saben que cada persona constituye un lenguaje específico y que es posible aprenderlo a condición de asimilarlo con la más extrema meticulosidad del corazón y de los sentidos. Esa es también la razón por la cual proviene de la inteligencia: se trata de comprender y conocer. Los inteligentes que no desarrollen este acceso al prójimo se convertirán, en el sentido etimológico del término, en idiotas: seres centrados en sí mismos. La época actual rebosa de idiotas inteligentes y la sociedad consigue que echemos de menos a los entrañables imbéciles de antaño.