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Boeken
Philippe Lançon

El colgajo

  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    De «Palma» transcribo cuatro versos que aparecen en mis visiones morfínicas: «Estos días que te parecen vacíos / y perdidos para el universo / tienen raíces ávidas / que trabajan los desiertos.»
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    Empezaba a leer un poco los periódicos en internet, y estaba asombrado –yo, el periodista al que nada tendría que haber asombrado– por esa capacidad prodigiosa del mundo contemporáneo de hablar de lo que sea y de tener explicaciones y comentarios sobre todo.
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    Un poema de John Donne, leído muchos años antes, cobraba sentido: «No habrá ni nubes ni sol, ni oscuridad ni deslumbre, sino una sola luz. Ni ruido ni silencio, sino una sola música. Ni miedos ni esperanzas, sino una sola posesión. Ni enemigos ni amigos, sino una sola comunión. Ni principio ni fin, sino una sola eternidad.»
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    «¿Por qué muchas gracias? Es demasiado. Basta con gracias. Sea simple, no me gusta la gente que hace la pelota.» Se equivoca. No hago la pelota a nadie: me esfuerzo por ser lo más cortés posible con aquellos de quienes dependo.
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    Este «pequeño periódico» tenía una gran historia, y su humor, por fortuna, había hecho daño a un número incalculable de imbéciles, beatos, burgueses y notables, a gente que se tomaba en serio su lado ridículo.
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    No hubiera querido olvidar nada, absolutamente nada de lo que había vivido, la vida de los muertos y la continuación de la mía propia dependía de cada detalle; pero ¿cómo se hace para no olvidar unos momentos, unas apariciones que parecían haberse borrado por completo?
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    En cuanto a los muertos, a los pobres muertos, cuanto más pasa el tiempo, más convencido estoy, como Baudelaire, de algo que no he dejado de sentir ni un solo momento desde aquella mañana: tienen grandes dolores. Y estos dolores –volveré sobre ello desde la habitación de hospital a la que me llevarán enseguida– no eran los dolores de quienes les lloraban. Eran dolores eternos y eternamente infantiles.
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    igual que me costaba deshacerme de las cosas viejas –en eso me parezco a mi abuelo materno, que apilaba en su cocina de exterior todo lo que tendría que haber ido a la basura–, me costaba también borrar los números obsoletos, como si de pronto fueran a renacer y a funcionar de nuevo, como si todo cuanto pertenecía al pasado solo estuviera dormido y destinado no solo a cobrar nueva vida, sino a reemplazar las vidas que lo habían sustituido.
  • Adal Cortezciteerde uit2 jaar geleden
    Primero creyó que yo era la única víctima y que me habían disparado por culpa del artículo sobre Michel Houellebecq. No era cierto, aunque bien mirado tampoco era completamente falso. Los que quieren eliminarte tienen siempre un motivo para hacerlo, y es interesante imaginarse que no necesariamente están equivocados.
  • Leoncio Vázquezciteerde uit4 jaar geleden
    Cuando, por casualidad, uno de estos artículos fantasma sale a la superficie, me siento siempre un poco asustado, como si lo hubiera escrito otro que se llamara como yo, un usurpador
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